La importancia del tipo de papel para una impresión de calidad es clave. Por eso, hoy queremos hablaros de un concepto muy relacionado con este tema, el gramaje.

El gramaje del papel indica la relación entre el peso y la superficie del papel. Se mide en gramos por metro cuadrado (g/m2) o en gramos (g). Es una característica clave para diferenciar un tipo de papel de otro. La consistencia y el grado de transparencia de la hoja están directamente relacionados con el gramaje de la misma. La consistencia será mayor cuanto mayor sea el gramaje, mientras que el grado de transparencia será mayor cuanto menor sea el gramaje.

Aunque suelen estar vinculados, hay que tener claro que gramaje y grosor no son lo mismo. El tipo de producción y de composición del papel puede hacer que dos hojas con el mismo gramaje tengan un grosor diferente.

Creemos que elegir mal el tipo de papel para imprimir un proyecto puede estropear totalmente el efecto final. A continuación hablamos de los gramajes óptimos para cada producto.

Tipos de gramaje del papel

• Gramaje de 90 g/m2: es el perfecto para imprimir grandes cantidades de texto. Impresión ligera y de grosor reducido. Ideal en colores blanco y marfil para páginas internas de los libros.
• Gramaje de 130 g/m2: imágenes a color de gran calidad, revistas satinadas, folletos, pósteres… Resistente al paso del tiempo.
• Gramaje de 170 g/m2: es el gramaje normal de una cartulina ligera.
• Gramaje de 350 g/m2: se trata de cartulinas semirrígidas. Perfecto para tarjetas, etiquetas, invitaciones… Muy resistente y duradero.
• Gramaje de 380 g/m2: cartulinas rígidas utilizadas para embalaje. Resistente a golpes y deformaciones.